Literatura nicaragüense

Elaborado por: Andy Jair Sánchez  Colomer         

Masaya, Nicaragua. Lunes 15 de mayo del 2023

Masaya, Nicaragua

El yo lírico en el poema

El yo lírico adquiere una personalidad o un papel determinado para la enunciación que expresa en el contexto del poema. Asimismo, Luján (2005) define que el yo lírico puede ser una creación ficticia del autor o no ficticia en el poema, esto dependerá de la intencionalidad del autor de como quiera presentar al yo lírico. De acuerdo con la definición planteada anteriormente, el yo lírico puede referirse a una persona real (el mismo autor) o un personaje propio de la imaginación del autor. De esta manera, Este teórico (1999) retoma la idea de Levin (1979), en la cual establece que el “yo” puede aparecer de manera explícita en un poema. Esta presencia explícita del yo lírico en texto refiere a que el “yo” se presenta en primera persona, el cual es posible identificarlo a través de los deícticos personales: yo, mí, me, conmigo. (Andy Sánchez)

 

Otra forma en la que se presenta el yo lírico es desde la segunda persona, el cual apela a un “tú” de manera directa o de manera indirecta; la segunda forma se puede identificar en distintas  marcas de apelación, Maestro (1994: 15-17) citado por Atienza (1999) el cual, plantea que la apelación a un tú se puede ver reflejada en una (naturaleza virtual) por la enunciación de interrogantes, etc. Esta presentación del yo, es posible identificarla a través de preguntas retóricas, deícticos de persona, etc. De esta manera, al momento del análisis del texto lírico, es fundamental la identificación del yo y sus distintas formas en las que se presenta, será posible identificarlo a través de   las marcas deícticas, debido a que puede revelar el contexto del poema y dará pistas en qué forma se presenta. (Andy Sánchez)

Apóstrofe lírico

El yo lírico no siempre apela a un tú, ni así mismo en el poema. Existe otra forma en la que se presenta este hablante, esta manera en la que enuncia el yo  es la de tercera persona. Según Juri Levin citado por Atienza (1999) en estos poemas no existe un emisor, ni receptor manifestado en el poema. Esto indica, que el yo lírico se manifiesta de una manera invisible y este no adquiere una actitud apostrófica, lo cual hace imposible darse cuenta de quién es la voz en el poema. En este sentido, Maestro (1996) sostiene que “Existen determinados poemas en los que no se da, desde un punto de vista inmanente, ningún tipo de relación comunicativa”(p. 714). Maestro insiste que  en estos tipos de poemas no existe diálogo, debido a que, el yo lírico emplea las palabras sin pretender una comunicación explícita con un destinatario, el cual no está visible en el poema. Por ende, es posible que en este discurso lírico el yo que enuncia sea un testigo de una escena, la cual expresa, narra o describe en forma poética, alejando su persona y su identificación de la enunciación. Puesto así, la ausencia total  de marcas características del yo, refiere a que este hablante se presenta desde la tercera persona, y que es posible identificar esta forma a través de la ausencia de actitud apostrófica, también es posible que en la mayoría de estos poemas se trate de una narración o descripción de alguien o algo. (Andy Sánchez)

Referencias

Luján Atienza, Á. L. (2005). Pragmática del discurso lírico. Madrid: Arco/Libros.

Luján Atienza, Á. L. (1999). Como se comenta un poema. En Vallehermoso (Ed.), La teoría de la Literatura y Literatura comparada (pp. 227 - 242). https://drive.google.com/file/d/1lqxHz0Qx8TpXM1Cm5sOBTJvntjYzLz8k/view?usp=drive

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